12 de la noche. Llegó el 2007. Risas, abrazos, lloriqueo de algunos, bajón de otros, de todo un poco. Después de unas últimas copitas bien pitucas y el toque a la puerta de mis amigos me alisté a iniciar mi camino a la Fiesta Elevate. Un carrete al puro estilo de Hollywood. La verdad estuvo ¡TOP!. Cuatro ambientes bien logrados (electrónico, pachanguero, ochentero y Vip), buena barra, buen clima fiestero, mucha onda, mucha diversidad. Bailé toda la noche y lo pase rébien. La verdad yo soy de las que les gusta salir para estas fechas y ojalá a un lugar que ofresca el mejor panorama, o por lo menos, distinto al que vivo durante el año, es mi tradicional forma de comenzar con ganas. Y es que el inicio de un año realmente no es menor. Inevitablemente la mente se dispone a mirar lo que viene como un nuevo proyecto. Un proyecto que en mi caso no está del todo planificado pero que existe, y gracias a una buena noche de año nuevo parece venir con puras ganas de ser existoso...AMÉN